miércoles, 24 de septiembre de 2014

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Una vez más he de decirlo, en plena época de cada vez más creciente y/o consumista bodrio propagandístico tecnológico, hay muchos que han olvidado que las cosas no solo hay que hacerlas bien, sino con sentido y lógica, y terminan incluyendo tanto adorno que finalmente dañan lo que venían haciendo y eso implica una mala gestión de tus recursos o no saber donde estás parado.  Para fortuna del buen oyente Verminous, banda referente de Barquisimeto, estado Lara, es exactamente lo contrario, que supo y sabe perfectamente como encajar las piezas de lo que mejor saben hacer y lo materializaron en un gran martillazo en la mitad de la frente bautizado como “Depraved institution”, el cual en esta ocasión ocupa la sección “disco del mes”. Brutal death metal serio, despiadado y a su vez increíblemente audible.

Este material, lanzado a través del sello Sevared Records, no es sino una muestra de que a pesar de los años aún existen quienes saben crear música que honra los tiempos dorados del género metal, es cierto, mucho ha cambiado en los últimos 15 años, pero también es obligación nuestra tener presente de donde venimos y lo que hay que tener para editar material como este que sin duda será gratamente recordado. “Depraved institution” no es sino una invitación a ser gratuitamente atropellado, pero con gusto, a llevar coñazos en los tímpanos (o en vivo), pero con gusto. Un dato importante a tomar en cuenta en este disco y que sirva de reflexión para bandas nacionales dentro del género, no se requieren grandes dosis de distorsión para ser contundentes, solo lo estrictamente necesario, verán como no solo sonarán bien sino con claridad. Sin más preámbulo analicemos los temas.

Con “Cuchillazos” inician casi 35 minutos de corrosión criminal, una breve pero mórbida intro digna de película de gore da paso a un corte bastante rápido (¿esperaban otra cosa?), los pig squeals de Cactus (voces) mezclados con los gritos de horror de una mujer ponen al tema en su punto exacto, para que entonces entren esos riffs tan conocidos de tiempo moderado que para los amantes del death metal nunca pasan de moda, finalmente vuelven a acelerarse los tiempos y termina con ese atrayente sonido de acero sacándose filo.

Desecration Genius” es un tema bastante particular, no solo porque es el que cuenta con video sino que a pesar de lo breve que es (menos de 3 minutos) es muy dinámico y combina un poco de ambas escuelas, la clásica y la actual, raro el momento en que baterías y bajo o guitarra coincidan rítmicamente, logrando un resultado muy centrado y sobrio. Apenas es el segundo tema pero se marca la tendencia, y es que ningún tema se parece demasiado a otro, no hay en absoluto linealidad, y en un estilo tan explotado como este eso es en extremo digno de agradecer. Un gran punto a favor de la banda.

Biomechanical devastation” es de esas que sin duda hará disfrutar a más de uno como un niño, para empezar no es precisamente una pieza nueva y seguramente vendrán recuerdos de algún que otro golpe en eventos de antaño. De lo más extenso y completo del disco,  y sin dudas un clásico infaltable en vivo. Aquí si me permito poner un “pero” y es que el audio al parecer no es el mismo en comparación con el resto del trabajo. ¿Sería una de las primeras grabaciones? Quien sabe, no obstante es un detalle cuando mucho, menor. A continuación y sin anestesia prosiguen los primeros compases de “Praising holocaust”, personalmente de mis preferidos, esos acordes disminuidos le dan un toque único, de lo más brutal y veloz que incluye este “Depraved institution”, discazo hasta el último segundo, no hay mucho más que añadir.

Ahora mejor no puede caber aquello de “no hay quinto malo”, llega el turno al bate ni más ni menos que de ese tema que ya es un clásico de culto en el metal extremo nacional, dicho esto sin eufemismo o exageración alguna, “Muerto a coñazo” aparece en nueva presentación, más contundente y tallado que nunca y eso ya es decir, porque siempre lo ha sido, contenido explícito directo a la cara que ha alcanzado la excelencia con todo y su extrema sencillez, se plasma definitivamente el himno de esta banda. Hay que ahorrarse buscar solos muy elaborados o melodías felices, busquen eso en otra parte.

My brain in my mouth” es otro de esos temas con los que se ha disfrutado de Verminous por años, y da inicio a la sección más “old school” de este trabajo, ritmos infectos y crudos, importante señalar que es aquí donde el bajo se hace más notorio y esto enriquece aún más la audición. 

The great industry of hate” tiene ese aire de los 90 estilo Morbid Angel era Domination, algo lento pero sumamente oscuro, un color totalmente distinto a lo que estuvo sonando con anterioridad,  puesto que incluye pasajes un tanto moderados e instrumentales. Ocurre algo similar con los dos temas siguientes, “El sendero de los cerdos”, es el tercero en castellano del disco, con esos ritmos de batería que no recuerdan otra cosa sino a un constante martilleo en una construcción, con caídas constantes en Si bemol, escúchenlo con mucha atención y entrarán en un trance aturdidor, ni siquiera las desaforadas baterías de Edgar lo hacen más ameno.

Quedan aún tiempo para algo más, “Bleeding souls” posee la distorsión más cruda y cañera, por momentos recuerda a “Mortuus in anima” de los Serpent Christ, en su mayoría bastante pausado pero totalmente uniforme y potente de principio a fin. Es la última pieza en la cual el oyente goza de cierto “descanso” luego de toda la matanza y caos que estuvo apreciando desde el principio.

Finalmente esto termina tal y como empezó, “Engagement of putrefaction” muestra de nuevo la banda en su estado natural, ese es su hábitat, baterías brutales, guitarras muy rápidas y excelente combinación de distintas tonalidades guturales, con un último minuto que fácilmente pudiese ocupar el soundtrack de una película de terror, claustrofóbico y siniestro. Así concluyen un lapso de 34:08 minutos quizá, de lo mejor en cuanto a material extremo que haya parido este país.


Depraved institution” tiene lo necesario para lograr hacer un excelente disco dentro del género, densidad, brutalidad, temas muy depurados y letras inteligentes. La sincronización y entendimiento es tal que, viendo la calidad de cada tema los solos no se extrañan, más no quiere decir que no sean necesarios, de una cosa si hay que estar seguros Verminous es una banda con muchísimo margen de mejora y los años así lo han demostrado. Sin duda vendrán discos más brutales pero este es una piedra angular importantísima en cuanto a material de exportación, que en unos años tendrá un valor que pocos se imaginan. 

Disco grabado en: Probos Estudios, Crackhouse Studios y Audioline Venezuela.
Mezcla: Audioline Venezuela
Sello: Sevared Records

Verminous está conformada por:

- Juan Carlos "Cactus" Orellana: Voces
- Milkcoov Marcano: Guitarras
- Pablo Marchán: Guitarras
- Luis Pozo: Bajo
- Edgar Pinto: Baterías


Puntuación: 9,8/10
Nota: Carlos Terán
Feedback Radio Metal Venezuela

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