Cuando se hizo la última reseña a un disco de metal
nacional en este espacio (Morzgul), inicié comentando sobre un factor que
en lo personal causa mucha preocupación dentro de lo que es el acontecer y
posición de las bandas nacionales. Aquí no se niega que hay un sector del
público que busca fuerza en la unión y siempre insisten en el tema del apoyo a
lo nacional y con mucho trabajo y esfuerzo responden como pueden, hasta aquí
todo muy bien, sin embargo hay otro sector que por desgracia es bastante numeroso
y bajo una franela y una consigna esconden una peligrosa actitud e incluso
echan en falta un “pequeño detalle”: El sentido de pertenencia para con sus
bandas. Por fuera dicen “Epa brother, vine al evento a pasar un rato calidad
con unas frías y a vacilarme a las bandas, larga vida al rock”, pero la verdad
en el fondo el mensaje es “Epa, soy full metalero y estoy aquí para criticarte
y echarte un cerro de m…”. Lo peor no es que estos suelten todas esas
calumnias, lo peor es que el resto se las crea y por ende el problema sea mucho
más complicado de atacar.
Les pregunto… ¿Cuántas
veces no han escuchado en la cola previa a un evento comentarios como estos en
tono burlesco? (Seguramente cientos de miles):
"A las bandas de aquí todavía les falta, no hay nivel para competir con
las de afuera"
"Si se las tiran de malotes, y vieses como se pintan la cara"
"El guitarrista no me sorprende, y se cree que es John Petrucci"
"¿Que? ¿120 Bs. Por un disco nacional? Jajaja se fumaron una lumpia"
"Vamos a ver si nos metemos ahí de gratis, yo no pienso pagar 150 Bs. por
una entrada, ay si, ni que viniese a tocar Cannibal Corpse"
"Mira este disco por favor, que portada tan de lo último, estamos en
pañales frente de los sellos gringos o alemanes"
"Son buenos para ser de Venezuela"
…y pare usted de contar…
Mi teoría es que, escuchar tantas tonterías juntas y
que las repitan una y otra vez solo deja en evidencia lo siguiente:
1) De esta música saben lo mínimo o lo
justo, una revisión de 5 minutos en Wikipedia o myspace y ya son unos expertos
en la materia.
2) Hablan solo para complacerse a ellos
mismos y engañar al resto, cuentan “su verdad”, y esto en una sociedad justa
debería considerarse un delito, porque engañar a la gente con premeditación y
alevosía es exactamente lo mismo que robar o estafar.
¿Esto es actuar con sentido crítico o con mala fe y
sin objetividad? Definitivamente lo segundo. Hay que estar claros que hay
muchas bandas que aún son jóvenes y que necesitan de mucho trabajo constante
para depurar sus temas, mejorar su ejecución y así llegar a tener excelentes
producciones... ¿Pero que pasa con aquellos que llevan años en esto o nos han
entregado auténtico material de primera? ¿Igual no valen tanto porque “son
venezolanos”? ¿O no vale la pena comprar sus discos por no estar producidos por
Nuclear Blast o Roadrunner? No digo la gente no tenga derecho a comprar los discos
de bandas con las que crecieron, o que han sido leyenda e influencia desde siempre, es su dinero y pueden hacer con el lo que les venga en gana, pero ¿por qué tanta
indiferencia e incluso menosprecio hacia lo que tenemos a la vuelta de la
esquina? Y ojo visor con esto, los eternos "críticos" siempre antepondrán las eternas excusas
de que las bandas de afuera son de otro nivel, o que casi nunca se ven tocar
por acá y por eso la gente se emociona, o que como los discos son importados
tienen más valor (esto solo aplica a nivel de costo, porque música es música
aquí y en la Patagonia),
todo lo anterior aparte de ser mentiras que te repetirán cual principio de
orquestación de Goebbels representa un claro complejo de inferioridad sumamente
dañino que puede propagarse y afectar como un virus letal principalmente a la
banda. Tal vez las agrupaciones venezolanas no sean las mejores del mundo, pero
a muchísimos de esos pesos pesados que tanto se ven e idolatran en Metal Hammer
o Kerrang! no tienen absolutamente nada que envidiarles, el que no lo crea
remítase a las pruebas pero con seriedad, escuche con detenimiento los discos,
y verá que no estoy exagerando.
De eso se trata el sentido de la pertenencia, porque
el día de mañana si las bandas emigran o sencillamente dejan de hacer lo que
les gusta, el discurso de ese "público" seguramente cambiará, pero la tendencia a lo destructivo
y la negatividad permanecerán exactamente igual, porque es lo que mejor venden.
Los siguientes son ejemplos netamente referenciales:
Los mismos que se niegan a pagar 100 Bs. por un disco
de Krueger, se esfuerzan más en comprar el de Deicide que vale entre 400 y 600. Critican que en un local pequeño como el Moulin Rouge se tenga que pagar 150
Bs. para ver a Natastor, Epitafio y Blood Work (3 señoras bandas con músicos
fenomenales), pero no se quejaron cuando en el mismo sitio se presentó Dark
Funeral. Arman todo un escándalo porque necesitan comprar sí o sí el nuevo DVD
de Therion y dada la situación “está carísimo”, pero al que están preparando
Noctambulath o Subconsciente? o no le hacen caso o ignoran su existencia.
Conocen toda la discografía por fecha y año de Rush o The Beattles, pero la de
Resistencia o Arkangel ni idea. Hablan de grandes clásicos como Sanctuary,
Devastation o Demolition Hammer, pero ni recuerdan a SS, Necrosis o Nemesis.
Entienden toda la cultura noruega (según) de Burzum, Mayhem y Darkthrone, pero
no tienen ni idea de lo que transmiten Veldraveth o Funebria en su material.
Se saben no solo el orden de los temas sino todas las letras, tiempos, rítmica
y solos del CD de Rata Blanca o Dream theater, pero les preguntas al menos por
5 temas de Ánimas Negras, Arma letal o Sexto Sonar y se quedan así:
¿Cual es el problema en realmente darle
valor y mérito a quien lo merece? ¿Complejo? ¿Envidia? ¿Cuesta tanto dar al Cesar
lo que es del Cesar? Es como si tuvieses una novia con un lunar prominente y
poco estético en la cara (ojo no todos los lunares son así), sabes que lo tiene
y que debería hacer algo al respecto, pero no se lo dices por
"cortesía" sino que le haces un estéril cumplido para “quedar bien”,
sin embargo hablas muy mal de ella y su lunar después que la dejas en su casa.
Es importante tener en cuenta que cuando una
banda se inicia y con el tiempo va ganando experiencia y estatus, lo que realmente
quiere es llegar a cada vez más público, la venta de discos ya llegará en su
momento, pero el punto es que el público aplauda sus canciones, allí está el
objetivo principal, y para ello nuestros músicos se hacen tantas horas en ensayos y errores, en
sacrificios y demás detalles, unos se lo tomarán con profesionalidad, otros no
tanto, pero no es fácil ni mucho menos dominar ningún instrumento. Esta es la reflexión
con la que culmina este artículo, hay que escuchar a las bandas, no a lo que
repiten cual comercial barato en ese dañino sector, que puede contagiar a público, medios impresos y digitales,
empresas organizadoras o locales (porque al fin y al cabo todos son público), y lo más triste, entre bandas que también se han visto casos, pero esto merece un artículo aparte. Hay que buscar reseñas, ser objetivos, valorar, construir y no destruir.
El escrito seguramente a algunos le resultará incómodo e incluso molestará, la intención no es obrar un milagro para dar
con la solución en cuestión de semanas porque el problema no es nuevo, es cierto que en parte la raíz es netamente de cultura popular, pero hay cosas que necesariamente deben
ser dichas. ¿Saben cual es la diferencia entre muchas bandas extranjeras y muchas otras nacionales? (No todas claro está). Es simple, las primeras no ven diferencias. ¿Por
qué ha de etiquetarte o subestimarte tu propio vecino? Saquen ustedes sus propias conclusiones.
Nota: Feedback Radio Metal
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