Es gratificante para el
que en verdad quiere no solo a la música sino a lo suyo, ver como de a poco
nuestra pequeña escena Under (y no tan under en algunos casos), ha ido
mejorando y respondiendo en una época en la que no solo es difícil producir un
disco u organizar un evento, sino que incluso en el entorno actual enfrentan al
sector de siempre. Si, ustedes saben quienes son, yo personalmente los
identifico como “medios de desinformación de a pie”, principal eslabón de la
cadena en el irrespeto hacia la banda venezolana. No obstante los músicos realmente serios que
tenemos son los que literalmente han pateado la cara a gente así por años y años,
en tarima o carretera, sudando la
auténtica gota gorda, es lo que hacen y forma parte de su día a día, por ello y
mucho más se han ganado al público y a los medios de verdad.
Comenté
en su oportunidad que hoy día en muchos frentes existe una obsesión con la
calidad de audio, insisto, no se puede caer en la monotonía que brinda la
actual “modernidad”, afortunadamente a Goat Serpent lo único que le interesa es
la música en si… además de una profunda oscuridad e inmundicia.
Este
nuevo EP es un caos que no llega a 15 minutos de duración y tiene lo que el
amante del black metal directo necesita, baterías imponentes, guitarras
atropelladas con una distorsión estridente, todo acompañado de sucios y
desgarradores alaridos, que nos les confunda la elaborada portada de este
trabajo, si buscabas un sonido “a lo 2.014” o muy orquestado, vuelve por el
camino de la luz, el odio plasmado aquí no es apto para oídos refinados. Anhell
y Seth crean una sociedad que se atreve con la crudeza y el pantanal donde pocos
en estos tiempos se atreven, uno crea la lúgubre y blasfema atmósfera mientras
el otro esparce pesadez y hedor, resultado final: una producción tremendamente
perturbadora…y adecuada.
Inicia
el retorcido sendero con “Theurgia perverso summa”, una intro
funesta y melancólica acompañada por un breve discurso de bienvenida de Anton
Lavey y las “simpáticas” (sarcasmo por delante) voces de Linda Blair y Pazuzu
en aquellas tomas que tanta fama les dieron, acompañado todo de una atmósfera
de guerra. Cruzas la puerta y te golpean con “Lucifer rising”, un tema
con secciones inesperadas, donde a veces da la impresión que los riffs mórbidos
y la batería no van al mismo compás, lo que da un toque siniestro al tema.
Acto
seguido suena el corte título “The art of rebellion”, un tema bastante
más preciso y elaborado que el anterior, pero también sumamente rápido, la
batería no tiene ningún tipo de piedad en un solo ritmo, un riff cercano al
final de esta pieza tiene bastante similitud con “Midnight Queen” de las leyendas Sarcófago.
Anhell ofrece unas notas similares a un solo para dar paso a repiques y tiempos
distintos y finalmente volver al frenetismo del principio, Seth durante todo el
disco se esmera en dar a Goat Serpent su toque particular en la voz, alejado
casi totalmente de lo que se escucha en Funebria, donde registra más agudos.
Pero se sabe que es el, tiene más de 20 años en esto y bien le conocen.
“Heretical
Gospel” cierra la sección de temas propios de Goat Serpent, este es el que en lo personal más llamó mi atención,
el mismo salvajismo, la misma agonía, pero bastante más pausada, las rítmicas
son algo lineales y de pocas variantes, llegando a ser enfermizas y
desesperantes, con un final donde estalla la batería. Seth culmina con unas
palabras a viva voz mientras al fondo se escuchan féminas emitiendo gemidos,
algo en plan Belphegor, una delicia.
Para
culminar tanta podredumbre, un cover con muchos toques originales de “Sacrifice”,
parte del importante legado de Quonthorn, el padre de la criatura, mente
maestra de una leyenda viva como Bathory. Incluye unas extensiones bastante interesantes
y por primera vez en todo el EP se logra detallar claramente un solo de
guitarra, de igual forma que ocurre con “Lucifer rising” hay momentos donde
se desentiende un instrumento del otro, pero llegan al fin común. Culmina por
ahora su sesión de culto al macho cabrío.
“The art of rebellion” es una producción que
intenta sacar lo mejor del black más primigenio, pero a su vez bastante más
refinado y sin tanta crudeza como Malevolencia
(banda de Anhell), la cual también es
otro reto para los oídos. Sobre las tablas es un material que promete sonar
mucho más violento, es solo un EP, pero reúne mucho carácter. El futuro larga
duración será herejía pura. Oscurecerá y veremos.
Goat Serpent está conformada por:
- Anhell
Beleth Crocell: Todos los instrumentos y programación.
-
Seth Aum Xul: Voces
Origen: Falcón - Zulia
Nota: 8,3/10
Reseña:
CarlosTerán
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