miércoles, 21 de mayo de 2014

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Es gratificante para el que en verdad quiere no solo a la música sino a lo suyo, ver como de a poco nuestra pequeña escena Under (y no tan under en algunos casos), ha ido mejorando y respondiendo en una época en la que no solo es difícil producir un disco u organizar un evento, sino que incluso en el entorno actual enfrentan al sector de siempre. Si, ustedes saben quienes son, yo personalmente los identifico como “medios de desinformación de a pie”, principal eslabón de la cadena en el irrespeto hacia la banda venezolana. No obstante los músicos realmente serios que tenemos son los que literalmente han pateado la cara a gente así por años y años, en tarima o carretera,  sudando la auténtica gota gorda, es lo que hacen y forma parte de su día a día, por ello y mucho más se han ganado al público y a los medios de verdad.

Comenté en su oportunidad que hoy día en muchos frentes existe una obsesión con la calidad de audio, insisto, no se puede caer en la monotonía que brinda la actual “modernidad”, afortunadamente a Goat Serpent lo único que le interesa es la música en si… además de una profunda oscuridad e inmundicia.

Este nuevo EP es un caos que no llega a 15 minutos de duración y tiene lo que el amante del black metal directo necesita, baterías imponentes, guitarras atropelladas con una distorsión estridente, todo acompañado de sucios y desgarradores alaridos, que nos les confunda la elaborada portada de este trabajo, si buscabas un sonido “a lo 2.014” o muy orquestado, vuelve por el camino de la luz, el odio plasmado aquí no es apto para oídos refinados. Anhell y Seth crean una sociedad que se atreve con la crudeza y el pantanal donde pocos en estos tiempos se atreven, uno crea la lúgubre y blasfema atmósfera mientras el otro esparce pesadez y hedor, resultado final: una producción tremendamente perturbadora…y adecuada.

Inicia el retorcido sendero con “Theurgia perverso summa”, una intro funesta y melancólica acompañada por un breve discurso de bienvenida de Anton Lavey y las “simpáticas” (sarcasmo por delante) voces de Linda Blair y Pazuzu en aquellas tomas que tanta fama les dieron, acompañado todo de una atmósfera de guerra. Cruzas la puerta y te golpean con “Lucifer rising”, un tema con secciones inesperadas, donde a veces da la impresión que los riffs mórbidos y la batería no van al mismo compás, lo que da un toque siniestro al tema.

Acto seguido suena el corte título “The art of rebellion”, un tema bastante más preciso y elaborado que el anterior, pero también sumamente rápido, la batería no tiene ningún tipo de piedad en un solo ritmo, un riff cercano al final de esta pieza tiene bastante similitud con “Midnight Queen” de las leyendas Sarcófago. Anhell ofrece unas notas similares a un solo para dar paso a repiques y tiempos distintos y finalmente volver al frenetismo del principio, Seth durante todo el disco se esmera en dar a Goat Serpent su toque particular en la voz, alejado casi totalmente de lo que se escucha en Funebria, donde registra más agudos. Pero se sabe que es el, tiene más de 20 años en esto y bien le conocen.
Heretical Gospel” cierra la sección de temas propios de Goat Serpent, este es el que en lo personal más llamó mi atención, el mismo salvajismo, la misma agonía, pero bastante más pausada, las rítmicas son algo lineales y de pocas variantes, llegando a ser enfermizas y desesperantes, con un final donde estalla la batería. Seth culmina con unas palabras a viva voz mientras al fondo se escuchan féminas emitiendo gemidos, algo en plan Belphegor, una delicia.

Para culminar tanta podredumbre, un cover con muchos toques originales de “Sacrifice”, parte del importante legado de Quonthorn, el padre de la criatura, mente maestra de una leyenda viva como Bathory.  Incluye unas extensiones bastante interesantes y por primera vez en todo el EP se logra detallar claramente un solo de guitarra, de igual forma que ocurre con “Lucifer rising” hay momentos donde se desentiende un instrumento del otro, pero llegan al fin común. Culmina por ahora su sesión de culto al macho cabrío.

The art of rebellion” es una producción que intenta sacar lo mejor del black más primigenio, pero a su vez bastante más refinado y sin tanta crudeza como Malevolencia (banda de Anhell), la cual también es otro reto para los oídos. Sobre las tablas es un material que promete sonar mucho más violento, es solo un EP, pero reúne mucho carácter. El futuro larga duración será herejía pura. Oscurecerá y veremos.

Goat Serpent está conformada por:
 -         Anhell Beleth Crocell: Todos los instrumentos y programación.
-          Seth Aum Xul: Voces  

Origen: Falcón - Zulia 
Nota: 8,3/10
                                                                                              Reseña: CarlosTerán
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