Cuando lo que es realmente bueno es
dejado de lado por indiferencia o por rechazo sin razón aparente las
posibilidades de concienciar son pocas, pero mientras aún se encuentre a quien
persista en que debe preservarse parte de la historia en función del entorno donde
se desenvuelve lo bueno no solo regresa sino que logra sostenerse, y este tipo
de cosas necesariamente deben decirse, porque de no tener iniciativa, deseos de
progreso o ser críticos, hoy día en pleno dominio tecnológico todavía muchas
personas al ser preguntadas por “Rock/metal nacional” solo nombrarían trabajos
más que conocidos y puntuales como “Escalofrío”,
“Sur”, “Arkangel”, “Ars moriendi”
o “Dominion”. Tal día como hoy desde
Mérida, Subconsciente? lanzaría a la
luz pública un trabajo con una potencia equivalente a un martillazo en los
dientes, de lo que no tenían ni la más mínima idea era del impacto posterior
que causaría, miremos un poco hacia atrás.
El año 2.004 implicó un momento en
donde se realizó uno que otro evento con bandas internacionales de renombre
pero de ninguna manera con el auge y “cotidianidad” que les caracterizó en años
posteriores, en el caso de nuestras bandas (si, a esas que en principio siempre
hubo que dedicarles valor y atención) cuando hablabas de material nacional
pesado disfrutabas lo editado por Krueger hasta la fecha, Cronos lanzaba su
compilado “Antología”, Agresión (hoy
Cultura 3) presentó el single “War of
contradictions”, Chaos Avatar ya tenía alrededor de un año dando caña con
su producción “The morning star”,
Metempsicosis hizo lo propio con “La
nueva luz”, así como Distrust en su primer larga duración “Cloned Messiah” y Veldraveth tenían breve tiempo de haber empezado su oscura
lucha en las tablas desde que sacaron “Funeral in the shades of the inmortal trees”.
Todos los puntualmente citados son sin duda trabajos dignos de admirar y
recordar, no obstante cuando aparece Subconsciente?
y dice “esto es Catharsis” (título
más adecuado imposible) se incluye algo más, un plus, un primer paso para un
desbloqueo psicológico que muchos mantenían cuando a viva voz se llenaban
hablando de que en el país faltaba nivel para llamar la atención de sellos o
estudios extranjeros. ¿Se valoró en su justa medida en su momento? No,
precisamente es la intención de este escrito, ayudar a preservar lo que significó un
disco de los nuestros para toda una generación en aquel entonces emergente que
hoy oscila entre los 25 y 34 años de edad, en síntesis, puede decirse que fue
sino el primero, de los primeros en su colección en cuanto a material nacional
se refiere.
Afiche de lanzamiento del disco
“Catharsis” es un trabajo muy completo
por una toda una serie de factores que se dieron en un momento en que el
panorama nacional estaba mostrando muy buenas bandas y excelentes discos, pero
hay uno que particularmente le destaca, y es que con toda la nueva era y el
sonido que estaba “mandando” en ese entonces, la banda se mantuvo fiel a raíces old school (una vez más queda
desmontado el absurdo de “en el metal todo cansa porque está hecho”), añadió claro está,
detalles con cierto aire de modernidad pero sin perder su norte, con afinación
en Re bemol, sonando crudos y directos como lo han demostrado por años vienen a la mente 3 nombres: Cannibal Corpse, Morpheus Descends y Death. Son 10 temas
de los cuales solo uno (“Moral”) está en idioma inglés, ninguno aburre o se hace repetitivo en absoluto, lo que es atípico en un disco de la era 2.000.
Para el ingrediente extra, el que da esa sazón tan aplastante, fue masterizado
en los Morrisound Studios, sonido
Tampa con calidad de exportación hecho en Venezuela sin mucho bombo o
escándalo, ni más ni menos. Ya se sabe que marcar algo como “talento nacional”
sin aún salir del cascarón es sinónimo de decepción posterior. Los citados
estudios no es secreto para muchos que son los grandes responsables del aura que posee la obra de monstruos como Atheist, Obituary, Angel Corpse,
Death, Cynic, Atrocity, Cancer, Brutality, Morbid Angel, Massacre y pare usted
de contar. Para finalizar tomen en cuenta dos puntos, “Catharsis” es junto a “Beneath the Remains” de Sepultura (1.989) y
el “Subversivos espirituales” de Neurosis (2.005) el único trabajo suramericano
(insisto, el mejor metal extremo del mundo está en este lado del mapa) en manos
de Morrisound, junto a todo lo anterior fíjense que el disco cumple 10 años
justamente en una época donde prácticamente no hay presentaciones
internacionales, marcando con claridad un ciclo que vuelve a repetirse, una vez
más pido, saquen sus propias conclusiones.
La
verdad es que Subconsciente? comenzó
a despertar reflexiones que dieron lugar al “si es posible”, con el fruto de su
trabajo colocó la piedra angular para promover el incremento en cuanto a
estándares de calidad para las producciones nacionales que ha sido más que
evidente desde la segunda mitad de la pasada década y que a los que les duele
en verdad la movida (incluyéndome) les da fuerza y motivos de sobra para seguir
creyendo y creciendo, un material que cambió definitivamente la cara al género
a nivel local. Ojo, cuando hablo de mejorar la calidad no se trata de sonar
“más refinado o nítido” se refiere a invertir en plasmar tu trabajo lo mejor
posible para que el público diga “esto es un discazo”, porque lamentablemente aún
hay quienes creen que “si es actual debe ser lo máximo” cuando no es secreto
para nadie que hay muchísimos artistas que con tanta tecnología llegan a
escucharse tan comprimidos y fríos que pierden ese “algo” que les hizo
particulares alguna vez, lo peor es que hay quienes se dejan llevar con que “la
banda es famosa” y aplauden estos trabajos aún cuando lo que ofrecen es
muy pobre, cosa que resulta indignante, pero la propaganda todo lo puede.
Presentación del disco reedición 2.011
Aquellos
que tuvieron la fortuna de poder adquirirlo con toda propiedad les digo se han
quedado con la primera página de nuestra historia reciente en el género, aunque
hay una reedición del año 2.011 de la cual aún pueden ubicarse copias. “Vientre”
fue su señal de advertencia, pero sin ningún eufemismo por delante “Catharsis” es ese pedazo de la banda
sonora del tercer mundo que se ubicará en el Valhalla del metal extremo nacional
cuando anuncien su retiro. Este es uno de los tantos casos que hay en el país
que merece sentido de pertenencia, a ver si llamamos cada cosa por su nombre de
una buena vez. Respetos.
Formación
de Subconsciente? en “Catharsis”:
- Eduardo Vargas – Voces y guitarra
- Santiago Avendaño – Bajo
- Rodolfo Rodríguez - Baterías
Acá
pueden disfrutar por completo el disco, ganador de los premios “Metal hecho en
Venezuela” en su año de lanzamiento:
Nota: Carlos Terán
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