Para la sección del "Disco de la semana" se les presenta en esta ocasión el que es, a juicio personal, de los mejores trabajos de metal brutal en este 2.010. Sólido, bizarro, inmerso de contratiempos maliciosos, denso por la gran gama y elegancia técnica que desborda, e igualmente pesado gracias a la fluidez de cada instrumento, junto a un complemento armónico que da vida propia a sus tremendos solos, este trabajo suena de un modo muy perseverante, no es para menos luego de que hayan transcurrido casi 8 años desde “Dead...But Still Feeling the Pain”, una producción de lujo que pocos tienen el gusto de darse. Desde Punto Fijo Slow Death regresan de la tumba con “Moscas en tu boca”. Una producción de 9 temas que, tal como lo refleja el título del álbum, es para dejar boquiabierto a más de uno.
Inicia la masacre con “El monstruo de la calle comercio”, batería inclemente y riffs asesinos, toda una máquina acompañada por una soberbia cátedra de bajo que puede recordar tranquilamente a Watchtower, Atheist o Sadus. Francisco García cumple con creces con su ardua labor. Mejor comienzo imposible. “Moscas en tu boca” y “Caballero del demonio” puede decirse son los temas más directos, sin dejar de lado los toques inverosímiles claro está, con una influencia Old School se vea por donde se vea, se nota a leguas que Chuck Schuldiner, Steve DiGiorgio y Muhammed Suiçmez han instruido bien a varias generaciones de músicos. “Satiriasis”, primer tema promocional de la banda en el 2.010, esa enfermedad basada en un impulso sexual masculino excesivo, es una auténtica pieza, un tema que Slow Death supo adelantar perfectamente a fin de dar una idea leve de lo que se venía. Acá hay mucha armonía mezclada con progresiones impecables que se logran gracias a la ejecución de Antonio Rodríguez (guitarras). En la misma línea puede encontrarse “Crack”, aunque un poco más melódica que la anterior, pero sirve para un muy breve “receso” después de tanta matanza junta. Unas 2 o 4 cervezas para refrescar el cuerpo antes de volver a la olla no caen mal.
“Coño e tu madre, te quiero ver morir”, se puede escuchar más alto, pero no más claro y gutural, frase célebre en uno de mis temas preferidos del disco, “Desollando al enemigo”, carne cruda y asaduras servidas en pinchos, así de simple. ¿Solo Morgoth o Death podían hacer temas instrumentales extremos? La respuesta es “No”. Empieza la gran parte final de esta producción con “Cerebro suspendido en pus”, sin palabras, pieza soberbia de 5 minutos, muchos insectos viven menos tiempo, no hay mucho más que decir.
Por si todo lo anterior no les convenció, ¿Qué tal un cover con la letra en español del “Pull the Plug” (Desconéctame) del maestro Schuldiner y compañía? ¡Grand Finale! Los solos, así como los diversos y oscuros compases recuerdan casi exactamente al tema original. El padrino del Death Metal manda sus bendiciones desde el más allá. En resumen, “Moscas en tu boca” es una muestra de cómo debe prepararse un disco de metal extremo en nuestro país. Podemos estar orgullosos (una vez más) de los panas de Slow Death. Mis respetos.
Inicia la masacre con “El monstruo de la calle comercio”, batería inclemente y riffs asesinos, toda una máquina acompañada por una soberbia cátedra de bajo que puede recordar tranquilamente a Watchtower, Atheist o Sadus. Francisco García cumple con creces con su ardua labor. Mejor comienzo imposible. “Moscas en tu boca” y “Caballero del demonio” puede decirse son los temas más directos, sin dejar de lado los toques inverosímiles claro está, con una influencia Old School se vea por donde se vea, se nota a leguas que Chuck Schuldiner, Steve DiGiorgio y Muhammed Suiçmez han instruido bien a varias generaciones de músicos. “Satiriasis”, primer tema promocional de la banda en el 2.010, esa enfermedad basada en un impulso sexual masculino excesivo, es una auténtica pieza, un tema que Slow Death supo adelantar perfectamente a fin de dar una idea leve de lo que se venía. Acá hay mucha armonía mezclada con progresiones impecables que se logran gracias a la ejecución de Antonio Rodríguez (guitarras). En la misma línea puede encontrarse “Crack”, aunque un poco más melódica que la anterior, pero sirve para un muy breve “receso” después de tanta matanza junta. Unas 2 o 4 cervezas para refrescar el cuerpo antes de volver a la olla no caen mal.
“Coño e tu madre, te quiero ver morir”, se puede escuchar más alto, pero no más claro y gutural, frase célebre en uno de mis temas preferidos del disco, “Desollando al enemigo”, carne cruda y asaduras servidas en pinchos, así de simple. ¿Solo Morgoth o Death podían hacer temas instrumentales extremos? La respuesta es “No”. Empieza la gran parte final de esta producción con “Cerebro suspendido en pus”, sin palabras, pieza soberbia de 5 minutos, muchos insectos viven menos tiempo, no hay mucho más que decir.
Por si todo lo anterior no les convenció, ¿Qué tal un cover con la letra en español del “Pull the Plug” (Desconéctame) del maestro Schuldiner y compañía? ¡Grand Finale! Los solos, así como los diversos y oscuros compases recuerdan casi exactamente al tema original. El padrino del Death Metal manda sus bendiciones desde el más allá. En resumen, “Moscas en tu boca” es una muestra de cómo debe prepararse un disco de metal extremo en nuestro país. Podemos estar orgullosos (una vez más) de los panas de Slow Death. Mis respetos.
Puntuación: 9,8/10
Nota: Carlos Terán
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